Prueba de intolerancia a la lactosa: la prueba de hidrógeno en el aliento

La prueba de hidrógeno en el aliento (BHT) es una prueba para evaluar la digestión intestinal de la lactosa (azúcar de la leche) y detectar la intolerancia a la lactosa, un síndrome definido por la incapacidad de las células intestinales para descomponer la lactosa en azúcares simples (glucosa y galactosa) debido a una deficiencia de la enzima lactasa.

¿Cómo funciona la BHT?

Es la prueba más utilizada para el diagnóstico definitivo de la intolerancia a la lactosa, tarda entre 3 y 4 horas, es fiable y muy específica y no entraña riesgos. Antes de realizar la prueba deben cumplirse varias condiciones: se recomienda no utilizar antibióticos entre dos y cuatro semanas antes de la prueba y laxantes tres días antes de la misma. El día anterior a la prueba, no se debe consumir leche, zumos de frutas ni alimentos que provoquen la producción de gases intestinales, como los alimentos con almidón y la col. El paciente debe estar en ayunas durante al menos 6 horas antes de la prueba, pero puede beber agua en cualquier momento.

Tras ingerir 10-50 g de lactosa o 200-350 ml de leche de vaca, la persona exhala en una boquilla cada 30 minutos para medir la cantidad de hidrógeno exhalado.

¿Cuál es el objetivo de esta prueba?

El principio de la prueba es sencillo, lactosa se digiere mal en el intestino y sufre una fermentación por las bacterias del colon, lo que da lugar a una hiperproducción de hidrógeno, que pasa al torrente sanguíneo y llega a los pulmones. Los pacientes en reposo no producen hidrógeno, por lo que cualquier aumento del nivel de hidrógeno exhalado se debe necesariamente a esta fermentación. Cuanto más hidrógeno haya en el aire exhalado, mayor será la deficiencia de lactasa. En casos muy raros, las bacterias del colon no producen hidrógeno, incluso en casos de intolerancia a la lactosa.

El médico puede prescribir una prueba de hidrógeno-exhalación en caso de diversos síntomas digestivos, como hinchazón, dolor abdominal, trastornos del tránsito (diarrea, vómitos) o también en caso de sospecha de intolerancia a otros azúcares como la glucosa o la fructosa (azúcar de la fruta).

Hay que tener en cuenta que en caso de sospecha de intolerancia a la lactosa, el primer paso es proceder a una exclusión total de alimentos que contengan lactosa durante 3 días para ver si los síntomas mejoran o no, es la prueba de desalojo. La prueba de desalojo no es necesaria en el caso del síndrome del intestino irritable o en el caso de una enfermedad intestinal conocida.

Imagen que redirige a la ficha de producto del envase lactorélance 1day y del pastillero 9000

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