Cómo reconocer la intolerancia a la lactosa en los lactantes

 

Lactosa es el principal azúcar contenido de forma natural en la leche. Cuando somos intolerantes a la lactosa, nuestra capacidad para digerir este azúcar se reduce, lo que se conoce como malabsorción.

Lo que se conoce como intolerancia a la lactosa puede afectar a los adultos, sino también a los bebés. En el caso de los lactantes y los niños, existen varios tipos de intolerancia: por ejemplo, una intolerancia transitoria causada por una gastroenteritis, pero también una deficiencia de lactasa o un defecto genético.

Para bien comprender la intolerancia a la lactosa Veamos los distintos problemas digestivos asociados a la intolerancia a la lactosa. También veremos las diferencias entre intolerancia y alergia, y cómo ayudar a los bebés con intolerancia a la lactosa.

¿Cómo se manifiesta la intolerancia a la lactosa en los bebés?

En los lactantes, la intolerancia a la lactosa sólo se manifiesta a través de indicadores digestivos. Los padres pueden observar los siguientes signos

  • Dolor abdominal
  • Gas
  • Diarrea espumosa o ácida
  • Dermatitis del pañal (debido a heces ácidas)
  • Estómago tenso o hinchado por distensión abdominal.

Estos signos suelen comenzar unos 30 minutos después de haber tomado el biberón.

Diferenciación entre la alergia a las proteínas de la leche de vaca (APLV) y la intolerancia a la lactosa en bebés

Es importante no confundir la alergia a la proteína de la leche de vaca con la intolerancia a la lactosa. Los indicadores pueden ser similares, pero las causas son diferentes. La alergia a la leche es una reacción anormal del sistema inmunitario a la proteína de la leche de vaca. La intolerancia a la lactosa es una deficiencia de la enzima lactasa del organismo.

La alergia a las proteínas de la leche suele desaparecer hacia los 3 o 4 años. En cuanto a la intolerancia a la lactosa, su desarrollo depende del tipo de intolerancia que padezca el bebé:

  • La intolerancia congénita es muy rara, se produce desde el nacimiento e implica una ausencia total de lactasa en el organismo del bebé.
  • La intolerancia primaria corresponde a una deficiencia progresiva de lactasa. Este tipo de intolerancia es más frecuente a partir de los 5 años.
  • Se dice que la intolerancia secundaria es "transitoria": está causada, por ejemplo, por una gastroenteritis y puede desaparecer en unas semanas.

¿Cómo se puede ayudar a los bebés que sufren intolerancia a la lactosa?

Para ayudar a los bebés, primero es importante identificar el tipo de intolerancia que padecen.

Por ejemplo, si la intolerancia es transitoria, puede ser aconsejable volver a poner al bebé al pecho para mantener una buena hidratación. También debes tener en cuenta que el grado de intolerancia puede variar de un bebé a otro: algunos los bebés pueden beber 250 ml de leche sin la menor molestia. Sin embargo, si los problemas digestivos persisten, es imprescindible consultar a un pediatra, que podrá prescribir una leche infantil sin lactosa si es necesario. Además, si tu hijo sigue mostrando signos de intolerancia a medida que crece, puedes protegerle con las cápsulas de lactasa LACTOLERANCE. Las cápsulas 4500 y 9000 pueden utilizarse en caso de intolerancia a partir de los 3 años, mientras que las cápsulas 1 día puede utilizarse a partir de los 6 años.

 

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